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1.a Actividad Fisica y Nutricion. Nutricion y Deportes


[2015-04-28]

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El ejercicio físico regular tiene acciones benéficas en diversos aparatos del organismo, con acciones metabólicas múltiples.

El incremento del síndrome metabólico y de las enfermedades cardiovasculares, se relaciona con un estilo de vida no adecuado, con incremento de la ingesta calórica, especialmente en base a grasas saturadas e hidratos de carbono simples; el stress y el sedentarismo.

Investigadores de la Universidad de Harvard encontraron correlación entre el tiempo gastado mirando televisión y/o uso de la computadoras o juegos electrónicos, con el riesgo de aparición de la diabetes.
El estilo de vida sedentario es un riesgo para la salud, siendo de destacar que sólo el 22 % de los americanos hace una actividad física adecuada para su salud; y que en general los médicos no están preparados para la prescripción y control de una actividad física.

El ejercicio físico regular, incrementa el gasto calórico, debiendo destacarse que para quemar 420 calorías (un paquete de papas fritas, grande) debe caminar dos horas y media. De todas forma incrementa la termogénesis y modifica el esquema corporal: disminuye la grasa abdominal, preservando la masa magra.

Mejora los niveles de triglicéridos en forma aguda, a la semana disminuye el colesterol de LDL y es la mejor medida para elevar el colesterol de HDL. También tiene una acción antioxidante, evitando la formación de los lipoperóxidos.

En general disminuye la presión arterial, salvo en los pacientes con neuropatía autonómica, donde puede haber una elevación.

Mejora la capacidad cardíaca, siendo de gran utilidad para la rehabilitación de los pacientes coronarios.

Aumentar fuerza y la flexibilidad, mejorando la sensación de bienestar y la Calidad de vida.
En general, como prevención del síndrome metabólico y de los trastornos cardio vasculares, no es necesario una actividad intensa, sino evitar el sedentarismo y hacer actividad aeróbica ligera, 20 minutos por día.

Se esta implementando el uso de unos aparatos denominados pasometros. Los mismos evalúan cuanto camina un paciente, indicándose que todos los individuos caminen diariamente 10.000 pasos. En casos de tener diabetes, síndrome metabólico, ó alguna otra patología debe incrementar los pasos a 13.000- 15.000 por día.

Si los pacientes quieren realizar otra actividad física, pueden hacerlo, con una evaluación completa,
Para bajar el colesterol se requieren ejercicios de alta intensidad, comenzando con pocos kilómetros por semana e ir aumentando de a poco para llegar a 30 kilómetros por semana.

También se observó que el ejercicio físico disminuía la hiperlipemia postprandial, uno de los factores de riesgo del síndrome metabólico.

Niveles de actividad baja, casi no tienen acción sobre los lípidos. Destacando que el efecto beneficioso del ejercicio es cuando se realiza, desapareciendo su efecto a la semana de suspender la actividad física. (Comentamos que el ejercicio es como lavarse los dientes, sirve si se hace continuamente.

El ejercicio es de mayor utilidad en los diabéticos tipo 2, demostrándose que previene la aparición de la diabetes. Incrementa el consumo periférico de glucosa, con mayor sensibilidad a la insulina, con menores requerimientos de medicación antidiabética. En el ejercicio debe disminuir la concentración de la insulina y elevarse las hormonas contrainsulares. Ello es necesario para el movimiento de sustratos que se  necesita en el ejercicio.

En el diabético, especialmente el tipo 1 puede el ejercicio producir descompesación de la diabetes.
Si hay mucha insulina ó medicación antidiabética, el ejercicio puede ocasionar hipoglucemia. Por ello, se indica tomar una colación cuando la glucemia esta menor de 60 mg.

Si hay poca insulina, puede descompensarse la diabetes. Por ello, cuando la glucemia esta superior a 250 mg por ciento, debe medirse cetonas. Si hay las mismas, no puede hacerse ejercicio. Si no hay cetonas hay que aplicar insulina y se puede hacer ejercicio.

En varios trabajos, y especialmente el DPP2 se vió que el ejercicio físico regular previene la diabetes.
Nunca es tarde de hacer ejercicio, siendo desde ya más beneficioso si se realiza toda la vida, pero se vio en mujeres postmenopáusicas, que las que hacía actividad física y la seguían realizando tenía menor mortalidad general y vascular. Las que hacía actividad, pero la suspendía a esa edad, aumentaba la mortalidad. Al contrario, las que nunca hicieron actividad, pero comenzaron luego de la menopausia disminuía la mortalidad.

En los gráficos se observa que sucede con la adaptación endocrino metabólica según los niveles de insulina, en la normalidad metabólica y en una diabetes descompensada, con falta de acción insulinica.


En el siguiente se ve que sucede en caso de exceso de actividad insulínica.


En ejercicios más intensos que una caminata hay que hacer previamente una evaluación completa de los pacientes, enseñar el automonitoreo glucémico y coordinar el ejercicio, con la medicación antidiabética, el plan de alimentación, y los horarios del ejercicio y de las colaciones.

Debe hacerse una evaluación cardíaca: ergometría graduada (Fc máxima)y si es necesario más estudios y de las complicaciones crónicas de la diabetes, adaptando la actividad a los hallazgos.

Evaluar el control metabólico, realizando al comienzó de la actividad el monitoreo de la glucemia con frecuencia.

Hacer un periodo de calentamiento, uno de ejercicio y  otro de relajación.

Hay que evaluar horario del ejercicio, intensidad, tipo de insulinoterapia y respuesta del paciente, para variar la medicación ó las colaciones. Lo ideal es un ejercicio programado en intensidad, duración y en horario, para ver la respuesta metabólica que tiene el paciente y de acuerdo a eso, regular el plan de tratamiento.

Nutrición y deporte.

En general recomendamos hacer actividades recreativas y no deportes de alta competencia.
También debe desaconsejarse los deportes donde pueda poner en peligro la vida del paciente ó de otro individuo.

Fuera de esas circunstancias los pacientes, pueden hacer cualquier actividad física, pero debe hacer controles más estrictos.

La dieta del deportista, debe ser hipercalórica, hiperhidrocarbonada, normoproteica y normograsa. Debe disminuirse el cociente gramo caloría, y suministrar cantidades adecuadas de líquidos y electrolítos.

No es necesario dar suplementos vitaminicos, si se hace una dieta armónica. Es fundamental la educación alimentaria, y resaltar al paciente que esa dieta es para el período de acividad física, debiendo variar el plan de alimentación al suspender el ejercicio.

 

Fecha de Publicación: 2015-04-28 05:18:36

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Ex jefe Cátedra de Nutrición y Carrera de Especialista en Nutrición. Facultad de Medicina. UBA
Consultorio especializado en Pie Diabético. División Diabetología. Hospital de Clínicas. UBA

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